Plásticos biodegradables

Plástico biodegradable. Un material “ni tan ecológico”

Seguramente, en la sección de frutas y verduras de más de un supermercado habremos sido testigos del cambio a bolsas biodegradables o “bio”. Aunque parezca toda una novedad, lo cierto es que este plástico de origen vegetal tiene su origen a finales de los años cuarenta, con cambios hasta que en los años noventa surgiera el que se utiliza actualmente.

[enarticulo]

Entonces, si el descubrimiento no es nuevo, ¿qué hace que hoy se esté imponiendo? La respuesta, seguramente, la sepamos todos. Una simple botella de refresco de plástico convencional puede tardar hasta quinientos años en descomponerse. Cada vez estamos más concienciados del gran impacto medioambiental que esto supone y las grandes cadenas deben adaptarse.

Quédate por aquí, sigue leyendo e infórmate de todo lo referente a los plásticos biodegradables:

¿Qué es el plástico biodegradable?

El plástico biodegradable es una alternativa eco y es, visiblemente y en cuanto a textura, muy similar al no degradable. Por ello, es de mencionar la diferencia entre reciclable y biodegradable, ya que son dos conceptos distintos. Por un lado, aquello que podemos reciclar está fabricado con materiales no renovables como el petróleo, mientras que el segundo término hace referencia al origen en fuentes vegetales o fósiles renovables, aunque no puede ser reciclado.

Los vegetales de los que provienen suelen ser el plátano, el maíz, la soja o las patatas.

Aún así, no son todo ventajas. Su utilización todavía cuenta con ciertos aspectos negativos entre los que se encuentran la poca información que tiene sobre su efecto en la contaminación de masas de agua como el mar, uno de los grandes problemas de este siglo. También, aunque su tiempo de descomposición sea mucho menor al de los tradicionales, todavía es de varios años y solo lo hará si cuenta con las condiciones idóneas para ello. El hecho de tener que ampliar la producción en cuanto a cultivos, con el consiguiente gasto de agua o fertilizantes también puede suponer un problema a la larga.

Usos y tipos de plásticos biodegradables

Ya son muchos los supermercados que ofrecen bolsas de basura biodegradables al consumidor como alternativa a un precio ligeramente más alto que el de las bolsas tradicionales. Igualmente, algunas cápsulas de café, las ya mencionadas bolsas de la sección vegetal o cápsulas monodosis para productos cosméticos se han unido a la lista de productos que ya circulan en su versión aparentemente más ecológica.

[enarticulo]

Aunque de forma genérica nos refiramos a ellos a través de un mismo término, lo cierto es que hay que distinguir tres tipos principales:

Bioplásticos

Son aquellos que vienen de fuentes renovables, principalmente vegetales. Dentro de este grupo destaca aquel que proviene del maíz, aunque presenta costes muy altos de producción y no es posible su reciclaje.

Material compostable

Este tipo es aquel que puede convertirse en abono para las plantas al descomponerse al mismo ritmo que otros elementos orgánicos, siempre que estén a una determinada temperatura y unas condiciones particulares. Por lo tanto, no podríamos usarlo nosotros mismos como abono, sino que tiene que pasar previamente por un proceso de transformación para ser modificado.

Biodegradables

Estos pueden provenir de materiales vegetales, pero también fósiles. Su nombre hace referencia a que pueden degradarse en distintos ámbitos como el agua o el aire gracias a los microorganismos presentes.

OrigenSímboloForma de desecho
BioplásticosMaterias primas naturalesReciclableLa imagen tiene un atributo ALT vacío; su nombre de archivo es contenedor-amarillo-1.jpg
Cubo amarillo
BiodegradablesMaterias primas naturales o fuentes fósilesBiodegradableSe puede transformar en biomasa, agua y CO2 en una planta de procesado especial
CompostablesMaterias primas naturales o fuentes fósilesCompostableLa imagen tiene un atributo ALT vacío; su nombre de archivo es Contenedor-marron-organico.jpg
Orgánico o restos

Estudio que avala que el plástico biodegradable ”no es tan eco”


Richard C. Thompson, de la Universidad de Plymouth, en el Reino Unido, elaboró un estudio junto a sus estudiantes, que ha sido publicado en la revista Environment, Science and Tecnology. 

Dicho estudio con el nombre de “ Environmental Deterioration of Biodegradable, Oxo-biodegradable, Compostable, and Conventional Plastic Carrier Bags in the Sea, Soil, and Open-Air Over a 3-Year Period”, consistió en enterrar 5 tipos diferentes de bolsas de bioplástico durante un periodo de 3 años, para observar el resultado de cómo era su descomposición o degradación.

Cuál fue la sorpresa al comprobar, pasados esos 3 años, que ninguno de estos bioplásticos había desaparecido sino que permanecían intactos, algunos con la capacidad de soportar, aún después de ese período de tiempo, hasta 2 kg de peso.

Fueron sometidos a diferentes agentes externos, incluídos agua y aire y el resultado, como ya hemos comentado, no fue nada satisfactorio.

Conclusión

Si bien, se ha presentado como una alternativa con mucho menos impacto medioambiental, su producción, no reduce la huella de carbono, no evita la utilización de componentes artificiales y supone el uso de cultivo destinado a la utilización de la alimentación de la población, implicando, a su vez, una ampliación de las zonas de cultivo y de los recursos utilizados como el agua o la electricidad.

Debemos evitar pensar que al proceder de fuentes naturales, pueden arrojarse sin problemas al suelo, o utilizarse, en el caso del compostable, para el cultivo de nuestras propias plantas.

La industria ha reconocido los problemas a los que se enfrenta, por lo que aún queda trabajo por hacer para conseguir una utilización verdaderamente favorecedora o, al menos, no perjudicial para el medio ambiente. El primer paso ya está dado.

Te puede interesar: Todo sobre las tiendas de venta ecológica a granel

¿Lo compartes?

Twitter
Telegram
WhatsApp
Facebook
Pinterest

Sobre la autora

Silvia Rosas
Silvia Rosas
Consultora sobre actualidad en sostenibilidad ecológica. Pienso que una actitud responsable y coherente con nuestro entorno es el mejor activismo que podemos adoptar para tener un mundo más equilibrado.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *